jueves, 11 de febrero de 2016

Parecidos Razonables 8: Familienbande

"Parecidos razonables" es la sección de la Ficha Negra en la que descubriremos ilustraciones que aparecen en los juegos de mesa que nos recuerdan a personas de carne y hueso.


Hoy tenemos en esta sección el juego de cartas Familienbande de Leo Colovini, reseñado aquí.
Familienbande es un juego de cartas muy gracioso con unas ilustraciones muy divertidas.

Siempre que veo estas cartas me acuerdo de estos personajes.

En primer lugar Javier García Albiol, líder del PP catalán, ex alcalde de Badalona y pepero moderado que quería "limpiar" Badalona de inmigrantes. Tiene telita el personaje.



En segundo lugar tenemos (después de una noche de juerga) a Dave A. Stewart, la otra mitad de los Eurythmics junto a Annie Lennox. 



Seguimos con Sophia Loren vestida para una película de época.



Y acabamos con Barbra Streisand, cantante, actriz y directora estadounidense, que posa con un collar de perlas muy feo.



Hasta aquí la sección más friky de la Ficha Negra.

¿Se parecen o no?


miércoles, 10 de febrero de 2016

Reseña: Glass Road

Autor: Uwe Rosenberg
Publicado por: Z-Man, Filosofia, White Goblin Games y otros
Año de publicación: 2013
Duración: 40 minutos
Número de jugadores: 1-4
Mecánica: rondel, cartas y acción simultánea

En 2013, el mismo año que se publicó Caverna (aka Agricola 2.0) de Uwe Rosenberg, se publicó también este Glass Road, un juego que le encargaron al señor Rosenberg para conmemorar los 700 años de la fabricación artesanal de vidrio en el bosque de Bavaria.

El juego pasó en segundo plano, casi desapercibido, eclipsado por el Caverna y menospreciado por algunas críticas que lo acusaban de ser demasiado ligero y  tener una duración muy corta.

Vamos con nuestra opinión.

Componentes

Glass Road trae en la caja mucho, muchísimo, cartón: 168 losetas, 4 tableros individuales, uno principal y 4 tableros para el rondel, además de 40 marcadores de madera y 60 cartas de personaje (4 juegos de 15 cartas).

Abundantes y de excelente calidad, los componentes son fantásticos pero de ninguna manera justifican los 55 euros que cuesta el juego. Éste es el principal inconveniente de Glass Road.

El juego.

Glass Road se desarrolla en 4 rondas (o en 5 si decides añadir una versión larga) y el juego es muy sencillo. Se trata de ir generando recursos e ir construyendo edificios del tablero principal. Sin más.

Al principio de cada ronda tenemos 12 edificios disponibles. Los edificios son de tres tipos diferentes: los que nos permiten producir/convertir recursos cada turno, los que nos permiten producir/convertir recursos una sola vez (al construirlos) y los que nos dan puntos de victoria por determinados objetivos al final de partida. Los tres tipos de edifico dan puntos por ser construidos.

Tablero individual
Hasta aquí todo muy previsible, pero la gracia del juego está en cómo se generan recursos: cada jugador tiene un juego de 15 cartas de personaje. Cada carta tiene dos acciones posibles. Al inicio de la ronda cada jugador elige en secreto 5 de sus 15 cartas de personaje. De esas 5 cartas cada jugador va a jugar 3. En cada turno cada jugador coloca una de esas 5 cartas boca abajo. Por orden, el primer jugador muestra su carta. Si ningún jugador tiene esa carta en su mano el jugador activo podrá realizar las dos acciones del personaje jugado. Si algún jugador tiene esa carta en su mano, dicho jugador juega esa carta como acción extra y ambos jugadores sólo realizan una de las dos acciones del personaje.
Las acciones son obtener recursos o bien construir edificios.

Cómo se genera un vidrio (verde)
La segunda cosa destacable de Glass Road es que al obtener recursos no almacenamos fichas de recurso ni avanzamos en una pista o marcador. No, en Glass Road tenemos dos "relojes", dos rondeles en los que deberemos avanzar nuestros marcadores de recursos cada vez que consigamos alguno.
La gracia del rondel está en que a los dos lados de las agujas tenemos: a la izquierda, los materiales manufacturados, complejos (necesarios para construir), y a la derecha, los materiales básicos.

Cuando la aguja deja huecos en ambos lados del reloj, avanza en sentido horario. Eso puede provocar que "fabriquemos" un producto manufacturado (vidrio o ladrillo) pero también que nos quedemos sin recursos básicos.

Hay que ir con mucho ojo porque el rondel es diabólico. Puedes quedar te sin determinados recursos básicos que necesitas por querer fabricar vidrio o ladrillo y luego ver que no puedes hacer una accion determinada.

La partida acaba al final de la cuarta (o quinta) ronda y se suman los puntos de victoria que otorga cada edificio más los bonus de los edificios marrones.

Opinión

Glass Road es un juego sencillo pero con mucha miga que, eclipsado por Caverna, ha pasado desapercibido para muchos, también en España donde no ha sido editado en castellano, a diferencia de la mayoría de los demás juegos de Uwe Rosenberg.

El juego comparte cosas de diseños anteriores del autor, como el rondel, primo hermano del de Ora et labora, pero es un juego claramente diferente a las anteriores obras de Uwe Rosenberg. Más ligero, más breve y con mecánicas diferentes.

La mecánica de las cartas es fantástica. Tener que elegir 5 de entre las 15 cartas de personaje parece al principio demasiado complicado y aleatorio, pero a medida que juegas, te das cuenta de la interacción y el factor psicológico que aporta al juego. Como dije al describir las partidas, si alguien tiene en su mano la carta que jugaste, te limita a hacer sólo una acción del personaje, por lo que debes procurar que no te pillen. Por contra, tú debes intentar adivinar qué van a jugar los demás para jugar acciones extra. Sólo juegas tres cartas tuyas, pero si además adivinas lo que van a jugar los demás podrás jugar hasta 5 acciones en la ronda.
La mecánica de cartas a la "Witch's Brew" (aquí la reseña) le da al juego un factor psicológico  e interactivo brutal.

Glass Road tiene una relación duración-profundidad estupenda. En 40-45 minutos te juegas una partida con chicha y decisiones interesantísimas que tomar.

Muchos le han criticado al juego su corta duración y para mí eso es en realidad una virtud.

Algunos edificios
La mecánica de los rondeles es otra genialidad. Tienes que hacer avanzar los recursos básicos para poder activar personajes, construir edificios y, además, para poder fabricar  vidrio y ladrillo. Pero si te despistas, al rotar las agujas te puedes quedar con el culo al aire, sin los recursos básicos que necesitarás para activar otras acciones. Hay mucha mala leche en estos dos rondeles, lo que añade más decisiones interesantes al juego.

Por si esto no fuera suficiente, Glass Road es un juego en el que los fallos no se perdonan: se puntúa poco en cada partida (veintipico puntos) por lo que si te quitan un edificio que puede aportarte 5 ó 6 puntos te han dado bien pa'l pelo. Los errores se pagan mucho.

Cartas de personaje

Por último, otro aspecto muy positivo del juego es que las partidas a 1, 2 y 3-4 jugadores son completamente diferentes. 

La mecánica varía ligeramente según el número de jugadores, pero la sensación de juego es bastante diferente. Así que tenemos tres juegos en uno.

Original respecto al resto de juegos de Uwe Rosenberg, sencillo pero con chicha, con matices interesantes según el número de jugadores, con interacción directa entre jugadores, con un factor psicológico muy interesante y que escala perfectamente, Glass Road es un excelente juego muy recomendable para jugones pero muy poco recomendable para tu bolsillo pues su precio es el único inconveniente para añadirlo a tu ludoteca.

Gran juego.

jueves, 4 de febrero de 2016

Parecidos Razonables 7: It's Mine, Coup y Glass Road

"Parecidos razonables" es la sección de la Ficha Negra en la que descubriremos ilustraciones que aparecen en los juegos de mesa que nos recuerdan a personas de carne y hueso.






Hoy tenemos en esta sección cachonda "blackmeepleaiana" a un personaje VIP de la blogosfera lúdica.

Aquí os dejo con la instantánea de Nano -youtuber, jugón, gran mago y mejor persona- al que parecen haber homenajeado en las ilustraciones del duque de Coup (versión brasileña)  y en el It's Mine de Mont Tàber.

En la ilustración de Coup está sin gafas y por eso está forzando la vista. la edad no perdona. Ja, ja.

No dejéis de echarle un vistazo a los divertidísimos vídeos de Funattic Channel.

¿Aceptáis el parecido?

Toma extra (Glass Road):

Nano, te he dicho que te pongas las gafas cuando leas, que achinas la mirada... ja, ja.

¡Qué tío más estudioso, siempre leyendo!


miércoles, 3 de febrero de 2016

Juegos pequeños, grandes juegos: Chronicle

En Juegos pequeños, grandes juegos hablaremos de juegos que pueden entrar en tu ludoteca sin que tengas que preocuparte por el poco espacio que te queda en las estanterías, porque abultan muy poco, pero son muy recomendables. 



Autor: Seiji Kanai
Publicado por: Z-Man, Filosofia y Japon Brand
Año de publicación: 2009
Duración: 30 minutos
Número de jugadores: 3-6
Mecánica: cartas-bazas

Hace unos años escribí en este blog una reseña sobre el pequeño gran juego Coup. Aprovechando que tanto Coup como Love Letter estaban recién salidos del horno y que el segundo estaba de moda, comparé los dos juegos y declaré a Coup claro vencedor de la contienda.

Love Letter me sigue pareciendo una auténtica tontada de juego. Azar puro y aburrimiento solemne por el que no merece la pena perder ni un minuto. 

Desde el anonimato y la mala educación, como suele ser habitual en ellos, un hooligan se tomó aquella reseña como un ataque personal contra él y contra la figura de Seiji Kanai. 

Tres años después volvemos a hablar de este autor y analizamos este filler de bazas llamado Chronicle un pequeño juego que trae en la caja 36 cartas de personaje, 12 cartas de objetivo y 12 fichas de puntos. Las 36 cartas de personaje son 3 juegos completos del 1 al 10 de cartas de color. Los tres palos de la baraja. Cada carta tiene un texto impreso que activa una habilidad especial de la carta cuando se juega. 

Además de las cartas de palo, la baraja trae 6 personajes especiales (wild) que no tienen color y activan una habilidad especial cuando son jugadas.

El juego es sencillísimo.

Se saca una carta de objetivo para esta ronda. La carta indica la condición de victoria (quien tenga más cartas de un determinado palo, quien tenga menos, quien tenga una carta determinada, etc.).
A continuación se reparten todas las cartas entre los jugadores. Todos empiezan con el mismo número de cartas.

En su turno el jugador inicial juega una carta, la cual determina el palo ganador de esta mano. Los siguientes jugadores deben jugar una carta de ese palo o una "wild" (personaje especial). Si no tienen de ese palo ni pueden o quieren jugar una especial, pueden jugar otra de otro palo boca abajo, en cuyo caso no se activará la habilidad especial y su valor será cero.

Quien gana la mano (marcada por el primer triunfo) se lleva las cartas y empieza otra mano.

La ronda acaba cuando un jugador se queda sin cartas (puede ser que los jugadores acaben con diferente número de cartas en mano debido a las habilidades de los personajes) y quien cumpla la condición se lleva un punto.
El primero en llevarse tres puntos es el ganador de la partida.

Opinión

Sencillo juego de bazas de los de toda la vida que, con un poquito más (habilidades especiales de las cartas) nos da mucho.

Para empezar, cada ronda es diferente y eso provoca que la forma de jugar cambie radicalmente de una ronda a otra. El juego tiene muchas opciones y permite usar tu mano para mover cartas de mano a descarte, de mesa a mano, etc. e incluso para acabar con un palo y poder jugar una carta boca abajo enchufándosela a alguien cuando le perjudica. 

Las habilidades de las cartas están muy bien pensadas para que podamos interactuar con los demás jugadores devolviéndoles cartas a la mano, recuperando cartas de las que hayan ganado en manos previas o descartando cartas de las previamente conseguidas.

Esta vez sí estamos ante un juego minimalista brillante y con chicha que funciona especialmente bien a 3 y 4 jugadores, quizá su número ideal.

Lo peor del juego es que no está editado en español y las cartas tienen texto. No obstante, con una pequeña hoja de ayuda se soluciona el problema y, además, las 10 cartas son iguales en cada palo por lo que sólo hay 10 textos (más los 6 de los personajes especiales) y se aprenden enseguida.

Una joyita de juego.

martes, 2 de febrero de 2016

Partidas en enero de 2016


Empieza el año con plusmarca de partidas jugadas. Los días de vacaciones en año nuevo han provocado que aumente el número de partidas de forma espectacular, casi obscena. Además, cada vez juego más con mis hijos y eso también ayuda.

113 partidas y 15 nuevos descubrimientos (la mayoría un acierto) que os comento brevemente:

 Avanti

Uno de esos juegos que te coges para rellenar un pedido de Dracotienda (8,95€). El juego tiene un tema pegadísimo pero está bastante bien para jugar con la familia o, como en mi caso, en los talleres del cole. Un juego de carreras con una mecánica original.
 Tiny Epic Galaxies

Un filler con bastante más chicha de lo que parece indicar su caja. El juego no está nada mal, pero a mí no me acabó de entusiasmar (será porque los juegos del espacio no me apasionan). Buen juego, not my cup of tea.
 Jungle Speed Safari

Versión del Jungle Speed para niños que lo ha petado en mi casa, en los talleres y allá donde va. Eso de la velocidad mezclada con los ruidos de animales triunfa como la coca cola.
 Marvel Legendary

Un juego que ya reseñamos aquí  No es el mejor juego del mundo pero sí es un buen juego de construcción de mazos, un filler de tablero que se juega en un pim pam. El más jugado del mes.
 Merkator

Auténtica mierda pinchada en un palo. Así de claro.
Un juego hecho con mecánicas de juego antiguo, pero de juego antiguo malo.
Desfasado, aburrido y repetitivo.

Trickerion

Éste ya lo jugué en diciembre pero no sé por qué olvidé microrreseñarlo. Trickerion es un juego de colocación de trabajadores con un tema bien implementado, una mecánica de selección de cartas interesante y buenas decisiones. No me desagradó, pero es barroco para mi gusto. Considero barroco un juego que es sencillo, pero lo adornan para que parezca más de lo que es.
Vamos, lo que vienen a ser casi todos los What's Your Game.
Buen juego Trickerion, pero con detalles que no me acaban de entusiasmar. Lo jugaría pero no me lo compraré.



 Komodo

Rareza que vino desde Nueva Zelanda, bueno desde Essen en la maleta de Muevecubos, para mi hijo Adrià. El juego fue una apuesta ciega pensando que sería un poco meh, pero a mi hijo le encantaría por tener el tema que tiene (mi hijo es un friky de la fauna mundial). Gratísima sorpresa. Komodo es un juego de losetas familiar que se puede jugar en versión competitiva y también cooperativa. Personalmente me gusta muchísimo más la versión cooperativa que, por cierto, tiene un nivel de dificultad muy alto. Cero victorias en cuatro intentos. Y ni de lejos.


 Murano

Muy poco esperaba de este Murano. No soy nada fan de señor y señora Brand, pero no sé si por las bajas expectativas o porque el juego lo vale, ha sido una sorpresa agradable. Murano es un buen juego dentro de la categoría de diseños familiares. Tiene un rondel graciosete, unos componentes molones y un punto de azar (determinante a la hora de robar carta de objetivo). Buen familiar, radicales lúdicos abstenerse.


Topoum 

Un par de partidas al prototipo de Perepau. La primera un poco decepcionante por culpa del flojo reglamento. Supongo que tras el merecidísimo éxito de la campaña el reglamento será más comprensible y detallado.
La segunda partida más gozosa.
Al final cayó el verkami.
Enhorabuena a Looping Games.


 Steam Time

Otro buen familiar descubierto este mes. Un juego muy sencillo con un par de módulos para darle chicha, pero que cumple perfectamente como buen juego familiar: sencillo, con decisiones simples pero no simplonas y unos componentes bastante chulos.

Ha entrado en la ludoteca.


Sylla

Un juego de Ystari no puede ser mal juego. Y Sylla no es que no sea mal juego, es un muy buen juego del estilo Ystari: familiar con chicha que funciona muy perfectamente.
Tengo que reconocer que cuando veo que juegos como éste se saldan por todas partes me pongo de mala leche. No sé por qué hay juegos que la gente condena sin jugarlos por no se sabe qué motivos o simplemente porque son antiguos. Algunos prefieren mierdacas modernas antes que joyas antiguas. Hypsterismo lúdico, es como lo de los Chichos en el Primavera Sound. Los Chichos + Rollo modernito gafapastil: anda a tomar por c**o.

Snow Tails

¡Qué juegazo de carreras!
Pedazo de mecánica molona la de las cartas y los perretes.
Otro juego que se estuvo saldando por cuatro perras hace unos años y que ahora está a la venta en su segunda edición.
Si os gustan los juegos de carreras Snow Tails es imprescindible.
En breve reseña.


Chronicle

Por estos lares no somos muy fan de Seiji Kanai, pero hay que reocnocer que este micro juego es una gozada. Juego de bazas (trick taking) en el que cada mano es diferente.

Muy buen filler.



 Raiders of the North Sea

Otro juego que ya hemos reseñado aquí. Gran diseño que brilla por su sencillez y por la velocidad de los turnos. Las partidas vuelan.
Un muy buen juego, sencillo, combero y con chicha.
Joyita,
 Glass Road

Qué juegazo de Uwe. Así sí. No sé por qué no está tan bien valorado como otros  juegos suyos. Es un juegazo que además se sale de su copy-paste particular. Este Glass Road no es un remake de Agricola como tantos otros juegos del señor Rosenberg. Estamos ante un juego de una hora de duración con una mecánica de cartas a la Witch's Brew y con ese factor psicológico que tanto gusta a la Ficha Negra (¿qué carta elegirán los demás para poder activarla yo también?). Un juego en el que hay poco margen para el error y en el que una zancadilla bien hecha te puede hundir en la miseria.

En breve tendré mi copia.

Y hasta aquí mi resumen del (excesivo) lúdico mes de enero.

Hasta el próximo resumen mensual.

Jugad mucho.
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